Mientras la industria del cine, las discográficas y las editoriales atraviesan una profunda etapa de renovación y cambio en el modelo de negocio, todo parece ir hacia el mismo lugar: la nube y los avances de la Inteligencia Artificial. ¿Desaparecerá el soporte físico tal como lo conocíamos?
Un poco de historia
En primer lugar vale la pena repasar como llegamos a este presente. La industria de la música fue la primera que tuvo que enfrentarse a esta situación. El MP3 es un formato de audio que se creó hacia mediados de la década del noventa. Con el gran éxito de Internet y la llegada de software para compartir archivos mediante redes P2P, el MP3 logró estar en boca de todo el mundo (o mejor dicho en los oídos de millones de usuarios). Esta situación puso en jaque el reinado del CD de audio, soporte que hoy está cada vez más cerca de la extinción. Primero se cuestionó la legalidad o no del formato, pero en realidad lo que siempre se debe buscar resguardar son los derechos del autor o del dueño de la obra.
En la actualidad existen artistas que ofrecen algunas de sus obras de manera legal y gratuita y también hay diversos sitios que cuentan con los derechos para comercializar, mediante Internet, contenido musical en formato MP3 de manera legal. Hoy en día, los reproductores portátiles de MP3 son un éxito y los reproductores de CD pronto dejarán de ser fabricados. El cambio en este rubro es un ejemplo claro de la evolución que marca que el formato físico ya no es lo que le importa al usuario, sino que lo que realmente tiene valor es la obra del autor y, claro está, el reconocimiento a sus derechos.
Con la actualización en la velocidad de conexión a Internet y la evolución en las aplicaciones para compartir archivos, la industria cinematográfica comenzó a toparse con el mismo problema que las discográficas. Aquí el nombre fue distinto, pero el resultado similar. En este caso también hubo un tiempo de replanteos, pero hoy en día se puede apreciar el cambio: el VHS, el DVD y hasta el recientemente nacido Blu-Ray son soportes que tienen una difícil competencia contra lo que ofrece Internet.
¿El soporte físico logrará adaptarse a la evolución?
El formato de video en la nube es una de las estrellas de Internet en lo que conocemos como Streaming. Hoy en día nos podemos suscribir a servicios que nos permiten acceder a series y películas para verlas por Internet. Esto podemos hacerlo en cualquier momento y las veces que deseemos, mientras dure nuestra suscripción. Este modelo de negocio plantea una primera solución para esta industria. Los usuarios se pueden suscribir, por una cuota mensual, al servicio que cuenta con un catálogo atractivo.
Siguiendo esta línea de cambios, hay otra industria que están atravesando esta revolución tecnológica. Una industria mucho más conservadora que las dos mencionadas anteriormente: la de los libros y revistas. Muchos hablan de que hoy en día, en pleno siglo XXI, estamos comenzando a vivir una de las revoluciones más importantes de la historia de la industria del libro, desde que un tal Johannes Gutenberg creó la imprenta en el siglo XV.
Una nueva etapa
En nuestra era, el debate llega hasta el punto de replantear el concepto de libro, dejando obsoleto el papel como soporte. Sí, el soporte universal que albergó varios siglos de literatura, hoy en día está perdiendo terreno frente a las nuevas tecnologías. E-readers, tablets y toda una nueva generación de dispositivos electrónicos están revolucionando la industria, planteándoles a las grandes, medianas y pequeñas editoriales un cambio de paradigma al que se tendrán que adaptar para sobrevivir.
Los avances tecnológicos llegan a todos, desde el autor y el editor, hasta el librero que tiene su local de venta de libros a la calle; los kioscos online que permiten comprar e-books a menor precio, desde cualquier lugar y con entrega inmediata son un desafío difícil de superar. Además, ocupan mucho menos espacio que una biblioteca física.
Los dispositivos móviles y los de tinta electrónica son los que comienzan a marcar el rumbo para una industria que también incluye a diarios y revistas. Para no perder lectores deben plantear un modelo de negocio sustentable.
Las líneas de producción cambian. Del diseñador gráfico y la imprenta, pasamos a la necesidad de diseñadores multimedia y programadores. Todos los equipos de trabajo deben capacitarse de manera continua para resolver las nuevas necesidades de un mercado que demando otras cosas.
En conclusión
El cambio es inevitable en el mundo en el que vivimos. Las tecnologías avanzan. La Inteligencia Artificial comienza a integrarse con muchos servicios y deja obsoletos muchos sistemas que tuvieron éxito en el pasado.
Precisamente este es el último y, quizás, aspecto más importante de todo la necesidad de comprender el cambio en las necesidades del usuario que es cada vez más demandante. El soporte físico, en muchos sentidos, comienza a quedar obsoleto para lo que hoy exige el mercado: cassette de cinta, CD, VHS, DVD, papel … ya no es lo que importa, lo realmente trascendente es la obra del autor y el valor agregado que le pueda dar la producción y el servicio, que puede incluir desde presentaciones más atractivas hasta ayuda en línea para comprender a utilizar estas nuevas tecnologías.
Hay un largo camino que recorrer en esta nueva realidad, lo importante, para todos, es saber adaptarse al cambio para poder continuar en la ruta. ¿Estaremos preparados para este cambio? La necesidad de capacitación permanente y estar actualizados con las últimas tecnologías hoy en día es una regla de oro para no extinguirnos. Do the evolution!